Los expertos coinciden en que el crecimiento de la rehabilitación de viviendas será clave para una expansión ordenada ante un stock de viviendas que mayoritariamente data de la segunda mitad del siglo XX
Las buenas sensaciones, que comienzan a envolver al sector inmobiliario en España no sólo afectan a la obra nueva donde el número de visados cerró el año pasado en las 64.038 viviendas (un 28,8% más que en 2015, en el que se otorgaron permisos para 49.695 viviendas), sino que se extiende a la actividad rehabilitadora. En concreto, según la Encuesta de Estructura de la Industria de la Construcción realizada por el Ministerio de Fomento, el volumen de negocio de la construcción residencial en 2015 alcanzó los 31.715 millones de euros, de los que la restauración y la conservación abarcó el 62% (19.662,4 millones) mientras que la obra nueva apenas superó los 12.000 millones de euros (38%). Lo que contrasta con lo sucedido en 2006, donde la rehabilitación representó apenas el 15% (23.611,7 millones de euros), antes de que la crisis económica impactara sobre la inversión en obra nueva.
Los expertos creen que la rehabilitación puede jugar un papel relevante en el sector para encontrar un modelo equilibrado que evite los excesos del pasado. En opinión de Joan Carles Amaro Martínez, profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade, «parece claro que se está construyendo y visando más: estoy seguro que también la rehabilitación va a más». Para este experto, esta actividad es «una forma de poner en oferta una mayor cantidad de viviendas, especialmente interesante en municipios donde habiendo demanda existe escasez de oferta», y pone como ejemplo a Barcelona o el centro de otras grandes ciudades como Madrid. A su juicio, se trata de «un nicho de mercado concreto» cuyos costes son superiores a los de la obra nueva, y que estaría dirigido «a un cierto público con un poder adquisitivo más alto».
Al respecto, el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (Coam) José María Ezquiaga constata que «tenemos millones de viviendas construidas durante el comienzo del desarrollismo de los años 60 en los barrios populares que rodean la periferia de las grandes ciudades». Unos bloques de pisos que para Ezquiega adolecen de «malas condiciones de mantenimiento y no cumplen con los estándares actuales de ahorro energético, aislamiento térmico, e incluso, en algunos casos de habitabilidad (no tienen ascensor, no están adaptados a las personas mayores, …)». Para el decano de los arquitectos madrileños, el sector de la construcción tiene mucho trabajo pendiente en esta área. «Esto no significa que no pueda haber nueva edificación; pero es necesaria una renovación del stock ya que aunque la población no tiende a crecer, sí lo hace la formación de hogares».
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma (Anerr), Fernando Prieto, asegura que «la rehabilitación jugará un papel clave contribuyendo a la estabilidad del sector de la construcción». Prieto cree que la actividad en la rehabilitación seguirá al alza y menciona el último estudio de Euroconstruct, presentado en el mes de junio, que vaticina un crecimiento del 3% para este año. Una de las tres variables sobre las que crecería el sector de construcción, según este informe, que estima un incremento en la edificación residencial del 10% para este año. En este sentido, ha destacado la labor informativa del Servició de Información de Rehabilitación Eficiente (SiRE) puesto en marcha con la colaboración de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS).
Lee la continuación en: ABC