- El clima del lugar y la calidad del aislamiento, las principales causas
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La temporada veraniega va unida siempre a las vacaciones. Llega el momento de decidir entre playa o montaña y al ir apartamento de destino nos podemos encontrar con sorpresas desagradables como las humedades. Aunque pueda parecer que las estaciones frías son las más propicias para que aparezcan, lo cierto es que las humedades se manifiestan en cualquier época del año.
La creencia de que en invierno la posibilidad de que aparezca humedad en nuestra vivienda es mayor viene dada por los elementos asociados a ellas. Hay más días de lluvia y frío y eso nos hace pensar que las humedades en verano son mucho menos virulentas. No contamos con que en verano las humedades puedan también manifestarse. Y eso es un error.
La explicación es que la humedad relativa del aire depende de muchas otras cosas además de la época del año, como puede ser el clima del lugar donde nos encontramos o la calidad del aislamiento de los edificios. Por tanto, se producen caídas de pintura en el revestimiento de las paredes, malos olores o aparición de hongos y proliferación de ácaros en nuestra vivienda.
Estos son los tres tipos de humedades que pueden aparecer:
Humedades por condensación
La condensación es la transformación de un gas a un estado líquido o sólido. Este fenómeno natural se produce en el interior de una vivienda cuando el aire está saturado de humedad. El exceso de agua se deposita en los lugares más fríos de la estancia produciendo humedades por condensación. Cuando el vapor de agua supera el 45% en el ambiente del interior de un edificio, aparecen los efectos nocivos.
Humedades por capilaridad
Los muros de los edificios tienen una gran capacidad de absorción del agua subterránea, y esta se filtra por ellos como lo haría en una esponja. Un edificio puede absorber más o menos agua en función de la porosidad y la permeabilidad de su estructura. En el caso de las subidas capilares, los materiales en contacto con el agua subterránea y con la tierra húmeda, dejan subir la humedad por sus paredes y capilares, pudiendo llegar al metro y medio de altura.
Humedades por filtraciones
La presencia de tierras puede hacer que las aguas subterráneas atraviesen los muros y provoquen daños en las viviendas, bodegas, sótanos y garajes situados debajo del nivel del suelo. Si estos muros están en contacto directo con la tierra, se produce un paso lateral de la humedad de la tierra a los muros, dañándolos seriamente. La filtración lateral provoca un desgaste acelerado de los materiales de construcción y de las juntas, lo que puede ser un peligro para la resistencia estructural de la casa. Además las humedades por filtraciones conllevan una amplia lista de problemas como peligros para la instalación eléctrica, daños en muebles, marcos de madera, puertas, etc.
¿Cómo tratar las humedades?
Al primer signo de humedades, se debe llamar a un especialista para que valore el problema y se pueda solucionar cuanto antes, aconsejan desde Murprotec. Los tratamientos contra humedades se realizan a cubierto, dentro de nuestro hogar. Por ello, da igual que esté lloviendo o que la temperatura en la calle sea altísima, pues los profesionales de la lucha contra las humedades van a poder afrontarlas en cualquier situación.
Además, tratar las humedades en verano nos permitirá tener nuestra vivienda acondicionada antes de la llegada de la época fría, lo que establecerá la gran diferencia entre un invierno sufriendo por culpa de las humedades o un invierno sin rastro de ellas.
Fuente: El Mundo